Por Noelia Delgado, Profesora de Hatha Vinyasa en Mandiram. Empecé en el Yoga en el 2001 aproximadamente. Primero me inicié con Kundalini Yoga, pasaron los años y el estrés de mi anterior profesión (diseño de interiores) me llevó a pensar en formarme para adquirir hábitos e integrar la filosofía yóguica en mi vida diaria. Después de hacer un teacher training de Kundalini, comencé a formarme como profesora de Hatha Vinyasa en Mandiram, con Gloria y Gordana. Y el Yoga llega cuando lo necesitas. Justo fue en ese momento en el que a mi madre le detectaron, en una revisión periódica, un tumor en el pecho. Y aquí empezó el primero de los cambios. En el cáncer hay diferentes etapas: la noticia, el tratamiento, la operación, la caída del pelo, la debilidad física y emocional, los efectos secundarios de la quimio y de la radio, el papel de la familia y amigos, la persona afectada y sus cambios… Y no hay otro camino que intentar no abrumarse con todas las noticias y los cambios, intentar no paralizarte y seguir adelante. He visto mucho estrés, en las caras de otras mujeres dónde compartían tiempo de quimioterapia. Prueba tras prueba, día tras día, el tiempo cobra una nueva relatividad y se hace eterno. Las emociones son fuertes, la inseguridad abraza pero no consuela, cada médico que consultábamos era un ruego para que me dijera «todo va a ir bien». Necesitaba más claridad, más respuestas y menos preguntas en mi cabeza. Mi madre delegó en mí el tema médico y ella iba y venía a los hospitales y a las pruebas. No me gustaba ver a mi madre así, sometida, perdida, pequeña. Mientras tanto, mi mente no dejaba de trabajar pensando que beneficios podría dar el Yoga durante todo este proceso, desde la operación, a la quimioterapia, la radioterapia… no dejé nunca de plantearme cómo aliviar el estrés emocional, cómo empoderar la mente para que mi madre no se sintiera pequeña, de cómo ayudarle con su debilitación física. Después de unos 6 meses que mi madre acabara el último paso del tratamiento, descubrí a una profesora de Yoga para el cáncer de Washington, en Estados Unidos. Amy Dara venía a impartir la formación por primera vez en España. Ahí la ocasión que necesitaba. Desde entonces, la percepción del Yoga terapéutico se instaló en mi vida y seguí investigando meditaciones para calmar la mente y diferentes estilos de yoga, buscando posturas que pueden ayudar en este proceso, siempre con la base firme de qué músculos y partes del cuerpo hay que trabajar y cómo. También investigué sobre la respiración, esto me abrió otra gran herramienta que el paciente de cáncer puede utilizar para soltar tensión física y, sobretodo, emocional. Foto: Noelia y su valiente mamá, Manuela. El hecho de ser voluntaria en la Asociación Española Contra el Cáncer, ONG que lleva muchos años en España trabajando para la prevención y también para la investigación sobre el Cáncer, también me ayudó a conocer más sobre el estado emocional de los pacientes con cáncer. Colaboro con ellos cada semana y hay muchas caras, muchas miradas que hablan e informan sólo con verlas. Y las oportunidades llegan cuando estás preparado. Gordana, mi maestra y co-fundadora de Mandiram me animó a formar un proyecto, a empezar este ciclo de 4 talleres que ve la luz el 25 de abril. Cada taller pone el foco en un tema diferente, todos unidos al Yoga, para que conozcáis esta maravillosa herramienta y como llevarla a vuestro proceso en cada momento, siempre con el máximo respeto al tratamiento que cada paciente esté llevando. También nos centraremos en encontrar un espacio de descanso, para soltar todo, de acompañamiento cuando lo quieras, de explicar si quieres explicar, de estar en silencio si quieres silencio. En definitiva, me gustaría compartir que en realidad este proyecto nace desde la sensación de miedo, desde el día que nos dieron la noticia y no crees que esté tocándote tan de cerca. Después he visto a mi madre y como el cáncer le ha transformado en muchos aspectos de su vida y le ha llevado a ver la vida de una manera diferente. Esto lo he podido observar en otros pacientes de cáncer y de diferentes edades, ante el miedo o la adversidad, el instinto, las ganas de vivir y la maravilla de la humanidad salen a la luz. El yoga, la meditación y la respiración son herramientas para cultivar una buena actitud ante muchos aspectos que nos tocan vivir en la vida. Vive en ti con amor y respeto, con cuidado y cariño hacia ti mismo. Lo importante eres TÚ, hazlo por ti. Om Shanti Noelia
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