Antes de decidir cuándo quieres practicar Yoga, te recomendamos que hagas un 'stop' a tu reloj y que leas esto:
Según la tradición del Yoga hay dos momentos del día especialmente auspiciosos y con una vibración especial: cuando sale el sol a primera hora de la mañana, a esta hora se le llama Brahma Muhurta en sánscrito, y al atardecer. Sólo debéis fijaros que a esa hora reina una quietud y una armonía especial, ¡en la que incluso los pájaros dejan de cantar! Esta tranquilidad favorece un estado de calma e introspección.
Tu propio ritmo vital así como tu relación al Sol y a la Luna, a las estaciones, al frío y al calor, a las horas, ... influye en cuándo elegir hacer tu práctica de Yoga. Por ejemplo, hay personas a las que les es imposible articular palabra hasta que no llevan una hora despiertos y hayan tomado su café de la mañana. Sin embargo, hay otras, que nada más sonar la alarma de su despertador, tienen tal energía vital que les hace levantarse de un golpe de la cama.
Aunque sea importante mirar introspectivamente cuál es nuestro ritmo vital y, por otro lado y de vital importancia, mirar nuestra agenda y ver cuándo el trabajo o la familia nos deja un rato libre para practicar, sí que podemos informarte de los beneficios que tiene practicar Yoga en los distintos momentos de la jornada:
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1) Yoga por la mañana
La mayoría de yoguis practican por la mañana. Tal vez es el momento del día donde tu cuerpo está más rígido -ya que apenas has usado tus músculos en toda la noche- pero también es donde se encuentra más depurado de toxinas. Predomina el silencio y tienes la garantía de que no te van a interrumpir. La práctica te prepara para encarar el día con más energía y vitalidad, con el ánimo más despierto y equilibrado.
2) Yoga al mediodía
Cuando empiezas a acusar el cansancio cuando solo ha pasado la mitad del día, mover todo el cuerpo con una sesión de yoga y entrar en la relajación profunda de savasana es el mejor reconstituyente. Yo soy una absoluta convencida del poder regenerador de la relajación. Tras practicar al mediodía enfocamos la tarde frescos y con una energía duradera para el resto del día.
3) Yoga por la tarde
Practicar por la tarde tiene un efecto “limpiador”. Te ayuda a “vaciar el vaso”, a soltar las tensiones físicas y mentales que se hayan podido acumular durante el día y a dejarlas en la clase. También te ayudará a salir renovado y fresco, y a disfrutar de tu momento personal, en casa o con amigos, de una manera más activa y de mayor calidad.
En conclusión, lo que te sugerimos es que busques tu momento libre al día para practicar y, que desde ahí, investigues con amor y curiosidad sobre la energía que te aporta y sobre cómo te sientes al respecto.
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