Cuando visiblemente entra por la puerta una alumna embarazada a una clase de yoga ¡se encienden las alarmas! Sobre todo si eres un profesor masculino o si tú misma, como profesora, no has pasado por la experiencia de un embarazo.
5 tips para enseñar yoga a una alumna embarazada:1. Busca un hueco cerca de la puerta y de la pared a tu alumna Puedes acompañarla de esta manera: «Prefiero que estés cerca de la puerta para que te sientas con total libertad de salir e ir al baño, las veces que sea necesario. Además, la pared nos servirá de ayuda si tenemos que buscar una alternativa para alguna postura.» 2. No te olvides de crear espacio y estabilidad En posturas como Samasthiti, Uttanasana, Pachimotanasana, …, puedes indicarle que ponga los pies abiertos al ancho de la cadera o un poco más. 3. Dentro de lo posible, sustituye las posturas para toda la clase y no solo para la embarazada De este modo ella no se sentirá excluida y tu no te volverás loco/a adaptándolo todo. Si, por ejemplo, tienes previsto practicar Shalabasana en tu secuencia, haz que todos practiquen Ustrasana. 4. Al empezar la clase, recuérdale que se escuche Estas palabras pueden serle de ayuda: «Es más importante que escuches a tu cuerpo que a mí, siéntete libre de adaptar todo lo que propongo y de hacer una pausa cuando lo necesites». 5. Al final de la clase, habla con ella Sugiere a tu alumna que acuda a las clases de Yoga prenatal. Aunque sea solo para aprender algunas posturas que ella misma pueda sustituir en sus clases regulares o aprender estos 5 beneficios del Yoga prenatal. En mi experiencia con el embarazo y como maestra de Yoga, veo que las alumnas regulares de yoga dinámico, cuando se quedan embarazadas, les cuesta alejarse de su práctica habitual y cambiar a las clases de Yoga para el embarazo. Es por esta razón que, una de las cosas que enseño en la Formación de Yoga pre y post-natal de Mandiram es a no tratar a una embarazada como si estuviera enferma, sino justo eso, embarazada. Para mantener un estado óptimo durante el tiempo de la gestación se requiere movimiento. Y un movimiento adecuado, claro está. Esto ayuda al embarazo pero también a la preparación al parto, que también debe ser una preparación física. ¡El parto mismo es un gran reto físico para el que hay que entrenarse! POR GORDANA VRANJES
Si eres profe y te gustaría poder asistir a tus alumnas embarazadas, seguro que te interesa saber un poco más y para eso tenemos una Formación de Yoga para embarazadas que imparte Gordana, clicka aquí. para obtener más información.